Te llevas mucho tiempo esperando a conseguir algo con esa persona , sufres por ello y piensas la manera de hacerlo para que todo salga bien, y cuando por fín lo consigues, se acaba todo. Entonces empiezas a lamentarte por todo el tiempo desperdiciado en esa persona y le ves todos los defectos, que para colmo, no son pocos. Y te culpas a tí misma por haber puesto los ojos en el lugar equivocado y piensas que a fín de cuentas es culpa tuya por esperar y esperar sin darte cuenta de que por más que esperes las cosas no serán diferentes.
Te lamentas también porque ves que para tí es difícil olvidar, pero él parece que tiene alzheimer porque al día siguiente ya se la ha pasado todo.
Pero en el fondo, al cabo del tiempo reaccionas y te das cuenta de que hay personas que realmente no merecen la pena, y si seguimos tras ellas no daremos tiempo para conocer a aquellas que sí la merecen.
Y pensar que un día era lo más importante, y después ha llegado a ser lo que más detestas.
Es difícil olvidar, pero es aún más difícil recordar a quien odias, así que es obvio qué es preferible.
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